jueves, 26 de mayo de 2016

Importancia de la medicina en la sociedad
La función social de la medicina comprende el procurar el bienestar de todo el conglomerado de la comunidad, el abordar el cuidado de la salud en general para conservar la integridad física humana, el velar por el entorno que rodea al hombre, el prevenir las enfermedades o afrontarlas para vencerlas o disminuir el dolor y en fin, el tratar de mejorar y prolongar los patrones de vida digna, tanto individual como colectiva.
Los valores más importantes del ser humano son la vida y la salud; los actos médicos están orientados a cuidar la salud con la máxima meta de preservar la vida, siempre dentro del más alto concepto de calidad y dignidad.
Quienes se dedican al noble ejercicio de la medicina debieran ser las personas más capacitadas, las más correctas a toda prueba y al mismo tiempo las de mayor sensibilidad humana, con espíritu de cooperación y de servicio a la colectividad.
La profesión de la medicina se estimó como un apostolado que requiere cierta dignidad y dedicación total por tanto necesita estabilidad en un rango superior con especial consideración y confianza de parte de la ciudadanía.
La suprema excelencia del médico se logra cuando su virtud se demuestra en la práctica profesional con decoro, arte y dignidad social y moral.
La comunidad le exige al médico suficiente preparación científica, habilidad en su arte, idoneidad profesional, gran moralidad y cierta proyección social en el ejercicio de sus funciones.
Así mismo la sociedad debe procurar que el médico disponga de los elementos indispensables para el ejercicio de la profesión y cuente con un nivel económico y social digno en relación con su alto rango cultural, científico y de responsabilidad dentro de la comunidad, sin privaciones ni exageraciones.
La verdadera vocación médica significa una disposición constante y permanente del ánimo hacia las disciplinas médicas, tales como interés por la ciencia, anhelo de aprovechamiento para bien de la comunidad, mediante el ejercicio ético de la profesión y el hábito investigativo.
El espíritu médico comprende tres fundamentos: técnica científica, sensibilidad profesional y amplitud filosófica.
El médico, para cumplir con el principio ético-científico de la medicina, debe poseer una vocación humanitaria profesional, conocimientos científicos y habilidades profesionales actualizadas en todo momento, que le permitan ofrecer el cuidado necesario a los enfermos de manera segura, digna, honorable y en lo posible altruista.
El fundamento de la deontología médica: curar algunas veces, aliviar con frecuencia, consolar siempre.
El ganarse la confianza del enfermo es la condición indispensable para estimular el sentimiento del alma y disponerlo favorablemente para el restablecimiento de la salud y la buena relación médico-paciente.

La Medicina a través del tiempo


Desde sus orígenes, el ser humano ha tratado de explicarse la realidad y los acontecimientos trascendentales que en ella tienen lugar como la vida, la muerte o la enfermedad. Las primeras civilizaciones y culturas humanas basaron su práctica médica en dos pilares aparentemente opuestos.a medicina del siglo XX, impulsada por el desarrollo científico y técnico, se fue consolidando como una disciplina más resolutiva, aunque sin dejar de ser el fruto sinérgico de las prácticas médicas experimentadas hasta ese momento: la medicina científica, basada en la evidencia, se apoya en un paradigma fundamentalmente biologicista, pero admite y propone un modelo de salud-enfermedad determinado por factores biológicos, psicológicos y socioculturales. Han pasando alrededor de 2,500 años desde que se fundó la primera Escuela de Medicina Occidental. Muchos han sido los médicos e investigadores que han ido desde la anestesia a la vacuna, pasando por el endoscopio y los antibióticos. Numerosos han sido los inventos y descubrimientos que se han producido en el último siglo y medio y que han permitido sentar las bases de la actual ciencia médica.


Estos avances para muchos han pasado inadvertidos debido al ritmo tan acelerado que le ha dado la tecnología. Hace sólo unos ciento cincuenta años parecía casi un sueño realizar una operación quirúrgica sin que el paciente sufriera. Hoy en día estas intervenciones resultan menos traumáticas y los periodos postoperatorios se han reducido notablemente gracias a la presencia de la tecnología en el ejercicio de la medicina.

Se han aplicado cada vez más y más tecnologías para lograr las condiciones óptimas para cualquier intervención quirúrgica. Finalmente, se llegó a utilizar los avances no sólo para curar sino también para prevenir las enfermedades; y posteriormente para todo tipo de investigación médica, la cual gracias a la tecnología ha realizado importantes descubrimientos. Los expertos se han ocupado de la incorporación de los avances tecnológicos en la práctica de la medicina, por lo que se prevé un cambio radical de la ciencia médica en el futuro.